El falsacionismo fue
un movimiento de la ciencia la cual llevo a cuestionar nuevamente la
información que se poseía debido a que para le falsacionista las teorías
científicas son falsables, una vez propuestas, las teorías especulativas han de
ser comprobadas rigurosa e implacablemente por la observación y la
experimentación. Aquellas que no superan las pruebas observacionales y
experimentales deben ser eliminadas y reemplazadas por otras conjeturas
especulativas. La ciencia progresa gracias al ensayo y al error, es decir,
mediante conjeturas y refutaciones. Sólo sobreviven las teorías más aptas
(¿darwinismo filosófico?). Aunque nunca se puede afirmar lícitamente que una
teoría que es verdadera, sí permite alagar, en el mejor de los casos, que se trata
de la más adecuada en un momento determinado, es decir, que es superior a
cualquiera de las que la precedieron.
Por tanto el
falsacionismo, rompe radicalmente con la concepción ingenua de verdad en la que
se enfrascaron obstinadamente los seguidores de la inducción. Como veis, se
trata de un cambio radical en la concepción de la ciencia, por cuanto permite
vislumbrar que, las teorías vigentes en un momento dado, suelen ser
reemplazadas por otras con el transcurso del tiempo. Tal actividad sería pues
la esencia tel progreso científico. En otras palabras, el falsacionismo afirma
que el hombre no puede realizar observaciones “objetivas del mundo exterior”,
sino que en el mejor de los casos, intenta acercarse asintóticamente a entender mejor los patrones y pautas de la
naturaleza.
Es muy difícil
especificar hasta qué punto es falsables una teoría. No se puede definir la
medición absoluta de la falsabilidad simplemente porque el número de
falseadores potenciales de una teoría siempre será infinito. Por otro lado, a
menudo es posible comparar los grados de falsabilidad de las leyes o teorías.
La exigencia de que,
según progresa la ciencia, sus teorías sean cada vez más falsables y en
consecuencia tengan cada vez más contenido y sean cada vez más informativas excluye
que se efectúen modificaciones en unas teorías destinadas simplemente a
proteger una teoría de una falsación amenazadora. Una modificación en una
teoría que no tenga consecuencias comprobables que no fueran ya consecuencias
comprobables de la teoría sin modificar será denominada modificación ad hoc.
El propósito de la
ciencia es falsar las teorías y reemplazarlas por teorías mejores, teorías que
demuestren una mayor capacidad para resistir las pruebas. Las confirmaciones de
las nuevas teorías son importantes en la medida en que constituyen la
demostración de que una nueva teoría es una mejora de la teoría a la que
reemplaza, la teoría que es falsada por la evidencia descubierta con ayuda de
la nueva teoría y que la confirma. Una vez que la audaz teoría recién propuesta
logra desbancar a su rival, se convierte a su vez en un nuevo blanco al que se
dirigirán las pruebas rigurosas ideadas con la ayuda de otras teorías
audazmente conjeturadas, debido al hincapié que hacen los falsacionistas en el
desarrollo de la ciencia, su concepción de la confirmación es
significativamente distinta a la de los
inductivistas. La importancia de algunos casos confirmadores de una teoría
según la postura inductivista está determinada exclusivamente por la relación
lógica existente entre los enunciados observacionales que son confirmados y la
teoría que éstos apoyan, los casos confirmadores lo son si proporcionan apoyo
inductivo a una teoría, y cuanto mayor sea el número de casos confirmadores
establecidos, mayor será el apoyo a la teoría y más probable será que sea
verdadera, en contraposición, en la concepción falsacionista la importancia de
las confirmaciones depende muchísimo de su contexto histórico. Una confirmación
será importante si se estima que es improbable que suceda a la luz del
conocimiento básico de la época. Las confirmaciones que son conclusiones
conocidas de antemano son insignificantes. Si hoy en día confirmo la teoría de
Newton tirando una piedra al suelo, no contribuyo con nada de valor a la
ciencia.
El criterio de
demarcación equivale a exigir que todos los enunciados de la ciencia empírica
sean susceptibles de una decisión definitiva respecto a su verdad o a su
falsedad. Esto quiere decir que han de tener una forma tal que sea lógicamente
posible tanto verificarlos como falsarlos.
El falsacionismo
considera que la ciencia es un conjunto de hipótesis que se proponen a modo de
ensayo con el propósito de describir o explicar de un modo preciso el
comportamiento de algún aspecto del mundo. Para ello plantea una condición
fundamental que cualquier hipótesis debe cumplir para ser considerada parte de
la ciencia. Para que una hipótesis obtenga el estatus de ley o teoría
científica debe ser falsable; es decir, que exista un enunciado observacional o
un conjunto de enunciados que sean incompatibles con ella. Una teoría es
falsable cuando tiene posibilidad de ser refutada, es decir, que esté
establecida de tal manera que permita su refutación. El científico no debe
aspirar a encontrar la verdad, sino a encontrar el error de su teoría. Si
establece la falsedad de la misma puede desechar esa teoría y plantear una
teoría general. También lo será cuando el científico pueda deducir o derivar de
un conjunto de hipótesis, aquello que le demuestre que su teoría es falsa, por
lo tanto deberá refutar aquello que se propone, exigiendo que se planteen
nuevas hipótesis que estarán continuadas por nuevas críticas y pruebas. Nunca
se puede decir que una teoría es verdadera, sino que la teoría actual es
superior a sus predecesoras, ya que es capaz de superar pruebas que falsaron
esta.
Popper mantiene que
las teorías científicas no son nunca enteramente justificables o verificables,
pero que son, no obstante, contrastables. Contrastar una teoría implica poder
refutarla con un ejemplo inverso, y, si ello no es posible la teoría quedará corroborada,
será considerada válida hasta tanto se demuestre lo contrario, por lo cual
nunca podrá ser verificada, una teoría buena según el falsacionismo, será
aquella que haga afirmaciones de muy amplio alcance acerca del mundo y que, en
consecuencia, sea sumamente falsable y resista la falsación todas las veces que
se someta a prueba. Por lo tanto, exige que se puedan establecer las teorías
con la suficiente claridad como para poder luego ser falsadas. Cuanto más
precisamente se formula una teoría, se hace más falsable.